Herramientas de marketing para el negocio
13 de febrero 2025
2 de septiembre | Por Juan Merodio
La digitalización ya no es una opción. Es el motor que está revolucionando la manera en que las empresas operan, toman decisiones y se relacionan con su entorno. Y en este escenario, el rol del CFO (Chief Financial Officer) se vuelve más estratégico que nunca. Pasamos de un perfil puramente financiero a un líder de transformación que guía la evolución digital del negocio.
Según estudios de referencia como los de Gartner o Deloitte, las empresas que han adoptado herramientas digitales avanzadas tienen un 23 % más de probabilidades de captar nuevos clientes. ¿Qué significa esto en la práctica? Que la digitalización no solo reduce costes o mejora procesos; impacta directamente en los resultados y en la competitividad de la empresa.
Como consultor en transformación digital, he podido observar de primera mano cómo este proceso redefine por completo la gestión financiera. Vamos a desgranar 10 beneficios clave de la digitalización, con foco en el impacto real y medible que generan en la función del CFO y la rentabilidad empresarial.
Uno de los activos más valiosos de una empresa hoy es su capacidad de tomar decisiones informadas y ágiles. Gracias a la digitalización, los CFOs pueden acceder a datos en tiempo real y dashboards financieros integrados que les permiten:
Por ejemplo, con plataformas como Sage XRT, puedes tener en una única pantalla todos los saldos bancarios, previsiones de tesorería y vencimientos. Esto reduce drásticamente el margen de error y agiliza la planificación financiera.
Según McKinsey, el 60 % de los puestos de trabajo actuales implican tareas repetitivas susceptibles de automatización. ¿Qué significa esto para un CFO? Que puede liberar recursos y tiempo para que su equipo se centre en análisis estratégico en lugar de tareas operativas.
Ejemplos concretos:
Con herramientas como Kofax o Docuware, puedes automatizar toda la gestión documental y evitar errores manuales, lo que también se traduce en una mejora del cumplimiento normativo.
Digitalizar no es simplemente informatizar; es integrar procesos para que fluyan de forma más eficiente. Por ejemplo, integrar el ERP con el sistema de tesorería y el CRM te permite tener una visión 360º del negocio.
Esto repercute directamente en la eficiencia de áreas como:
Unilever, por ejemplo, integró sus operaciones globales mediante SAP S/4HANA y logró reducir sus ciclos financieros en un 35 %, además de mejorar la trazabilidad de sus datos en tiempo real.
La ciberseguridad ya no es una preocupación solo del departamento de IT; es una responsabilidad compartida en la dirección financiera. Los datos financieros son activos críticos y están constantemente bajo riesgo de ataques.
La buena noticia es que las soluciones digitales avanzadas integran medidas como:
BBVA, por ejemplo, ha incorporado tecnologías de inteligencia artificial para monitorizar en tiempo real los accesos a sus sistemas financieros y proteger la integridad de su información.
Para un CFO, la visibilidad sobre la liquidez es crucial. Y ahí es donde entra la digitalización. Herramientas como Cashforce o Kyriba permiten tener una visión consolidada de todas las cuentas bancarias, inversiones a corto plazo y previsiones de cobros/pagos.
Ventajas directas:
Según Deloitte, las compañías que digitalizan su gestión financiera pueden ahorrar hasta un 30 % en costes operativos.
Cuando digitalizas procesos manuales, el ahorro es inmediato y sostenible:
Además, esto se alinea con políticas ESG y sostenibilidad. IKEA, por ejemplo, ha digitalizado toda su cadena de suministro financiera, reduciendo tanto costes logísticos como su huella de carbono.
Uno de los grandes beneficios de la digitalización es que rompe silos entre departamentos. Sistemas integrados permiten que Finanzas, Ventas, Compras y Logística trabajen en una misma plataforma.
Esto se traduce en:
Por ejemplo, en empresas como Salesforce, todos los departamentos acceden al mismo sistema financiero y CRM, lo que permite una gestión coordinada de presupuestos, campañas y resultados.
La digitalización también te permite pivotar con rapidez. Ya no tienes que invertir millones para cambiar tu modelo de negocio. Con herramientas digitales, puedes testar nuevas líneas de ingresos de forma ágil.
Ejemplos reales:
Este tipo de agilidad es esencial para sobrevivir en mercados volátiles o altamente competitivos.
La regulación financiera es cada vez más compleja. Y cumplir con ella puede ser un dolor de cabeza… salvo que cuentes con las herramientas adecuadas.
Hoy, los ERPs modernos (como Microsoft Dynamics 365 o SAP) incluyen:
Esto no solo ahorra tiempo, sino que minimiza riesgos legales y sanciones, además de garantizar la trazabilidad de todas las operaciones.
Aunque pueda parecer alejado del rol del CFO, lo cierto es que las decisiones financieras también impactan en la experiencia del cliente. Por ejemplo:
Empresas como Amazon han llevado esta lógica al extremo: su proceso de pago, entrega y atención al cliente está profundamente automatizado, lo que contribuye a su liderazgo en satisfacción.
Conclusión
La transformación digital es un imperativo estratégico. No se trata solo de usar tecnología, sino de repensar procesos, empoderar al equipo financiero y generar valor real para la empresa. El CFO tiene hoy la oportunidad —y la responsabilidad— de liderar ese cambio.
La digitalización no es el futuro. Es el presente más rentable que puedes activar hoy.
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Quieres llevar la transformación digital de tu empresa al siguiente nivel? Empieza hoy, porque el coste de no actuar es cada vez mayor.
Juan Merodio
Juan Merodio es experto en Marketing Digital y Divulgador de Negocios Digitales (IA, Web3 y Nuevas Tecnologías). Ha fundado la empresa que lleva su propio nombre, Juan Merodio, y desde donde él y su equipo coordinan y desarrollan consultoría de negocio en Marketing y Transformación Digital para empresas en distintas partes del mundo como España, Latinoamérica, Japón, Canadá y Estados Unidos.
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