Herramientas de marketing para el negocio
13 de febrero 2025
9 de junio | Por Juan Merodio
En el mundo actual, donde la atención es un recurso escaso y el contenido se consume a ritmos vertiginosos, las empresas se ven obligadas a replantearse cómo conectar con sus audiencias de forma auténtica, escalable y continua. Y hay un formato que cada día gana más fuerza en este sentido: el podcast.
Sí, todavía consumimos muchos vídeos. Especialmente cuando necesitamos respuestas rápidas. Pero cada vez más personas escuchan pódcast mientras conducen, hacen ejercicio, cocinan o simplemente intentan sobrevivir al aluvión de tareas del día a día. Esta versatilidad es precisamente lo que convierte al pódcast en una herramienta tan poderosa.
El gran cambio de mentalidad: Estar donde tu audiencia ya está
Uno de los errores más comunes que veo en las empresas es intentar forzar la atención de su audiencia, en lugar de adaptarse a sus hábitos. Si tu público objetivo escucha pódcast —algo que puedes validar fácilmente con datos demográficos o encuestas internas—, entonces la pregunta no es si deberías lanzar uno. La verdadera pregunta es: ¿por qué no lo has hecho ya?
Estar presente donde ya están tus clientes es una ventaja estratégica. No estás interrumpiendo. No estás compitiendo con anuncios o con otros contenidos en redes. Estás acompañando, aportando valor, generando confianza. Y eso, en la nueva economía digital, es oro puro.
Cuando planteo la posibilidad de lanzar un pódcast en las sesiones de consultoría, una de las primeras respuestas que recibo es: “Eso parece mucho trabajo”. Pero la realidad es muy diferente.
Hoy en día, producir un pódcast no requiere un estudio profesional, ni un equipo de 10 personas, ni una inversión descomunal. Lo que realmente necesitas es una conversación honesta, una buena estructura de contenidos y constancia. Eso es todo.
Es más, muchas empresas ya están haciendo lo más difícil: generan contenido valioso en forma de artículos, webinars o entrevistas internas. Lo único que falta es cambiar el formato, grabarlo y compartirlo.
Por supuesto. Y este es uno de los puntos más poderosos que están transformando la forma en la que las marcas crean contenido.
La línea entre vídeo y audio se ha diluido. Hoy, plataformas como YouTube, Spotify o Apple Podcasts permiten consumir contenido indistintamente en ambos formatos. ¿La consecuencia? Puedes grabar un solo episodio de pódcast en vídeo y distribuirlo en múltiples canales sin esfuerzo adicional.
Imagina esto: grabas una conversación en vídeo. La publicas completa en YouTube y Spotify. La fragmentas en clips para TikTok, Instagram Reels o Shorts. Extraes el audio. Publicas un post con los puntos clave. ¿Resultado? Una estrategia de contenido semanal resuelta con una sola grabación.
Uno de los pilares del marketing de contenidos son los llamados artículos “Big 5”: aquellos que responden a preguntas clave como precios, problemas, comparaciones, reseñas y mejores prácticas.
Para crear ese tipo de contenido, muchas empresas ya realizan entrevistas internas con expertos. ¿La diferencia con un pódcast? Ninguna, salvo que no lo estás grabando.
Grabar estas conversaciones y compartirlas no solo ahorra tiempo, sino que genera un contenido mucho más auténtico y humano. La audiencia puede escuchar matices, emociones, historias reales. Todo eso que en el texto plano muchas veces se pierde.
Uno de los grandes retos del marketing actual es generar confianza. Y los pódcast, bien ejecutados, son una herramienta excepcional para ello.
Cuando alguien escucha un pódcast, suele hacerlo durante 20, 30 o incluso 60 minutos. Esa atención sostenida es muy difícil de conseguir en cualquier otro formato. Además, el tono conversacional crea una sensación de cercanía e intimidad que refuerza la credibilidad.
En mis sesiones de mentoría con empresas, vemos cómo los leads que llegan después de haber escuchado un pódcast vienen mucho más cualificados. Ya te conocen. Ya confían en ti. Están mucho más cerca de tomar una decisión.
Planifica con antelación. Utiliza herramientas de escucha activa como AnswerThePublic, Google Trends o los propios formularios de ventas para identificar las preguntas más repetidas. Haz sesiones de brainstorming en equipo y prioriza temas que aporten valor real.
Graba por bloques. Intenta agendar 3-4 entrevistas en una misma semana para garantizar contenido para un mes completo. Usa herramientas como Calendly para automatizar las reservas.
Aunque no tengas trazabilidad total de cada escucha, presta atención al feedback cualitativo. Si tus clientes o leads mencionan el pódcast en reuniones o correos, es una señal clara de que está funcionando.
Te comparto tres claves que me hubiera gustado saber antes de lanzar mi primer programa:
La clave de la constancia: tener un proceso sostenible
La mayoría de los pódcast fracasan por falta de consistencia. Y eso solo se resuelve con proceso y planificación.
Aquí tienes un flujo de trabajo sencillo y efectivo:
¿Y si aún dudas? Solo empieza
No necesitas el mejor micrófono ni la mejor cámara. No necesitas tener la voz de un locutor. Lo único que necesitas es compromiso y ganas de aportar valor.
Tu primer episodio será el peor. Pero también será el comienzo de una de las estrategias más potentes que puedes construir en esta nueva era digital.
FAQs: Preguntas frecuentes sobre pódcast para empresas
Conclusión
El pódcast no es solo una tendencia. Es una oportunidad real para construir autoridad, confianza y cercanía con tu audiencia. Y si lo integras dentro de una estrategia de contenidos inteligente, puede convertirse en el corazón de tu ecosistema digital.
Así que, si estabas esperando una señal para empezar… esta es.
Graba. Publica. Aprende. Y repite.
Tu audiencia ya está escuchando.
Solo falta que tú empieces a hablar.
Juan Merodio
Juan Merodio es experto en Marketing Digital y Divulgador de Negocios Digitales (IA, Web3 y Nuevas Tecnologías). Ha fundado la empresa que lleva su propio nombre, Juan Merodio, y desde donde él y su equipo coordinan y desarrollan consultoría de negocio en Marketing y Transformación Digital para empresas en distintas partes del mundo como España, Latinoamérica, Japón, Canadá y Estados Unidos.
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