Tips para realizar trabajos desde casa sin perder la concentración

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20 de noviembre | Por Juan Merodio

El hecho de trabajar desde casa sin duda se perfila como el sueño de muchos. Tener la posibilidad de levantarte y no pensar en tediosos atascos, desplazamientos, ponerte ropa demasiado formal o largos lunes en la oficina es algo que nos llama la atención a todos y que además nos permitiría conciliar de la mejor manera posible la vida laboral con la personal.
Ahora bien, hasta este punto todo suena maravilloso. Sin embargo, trabajar desde casa, ser tu propio jefe, gestionar tu tiempo y tus objetivos. ¿Quién no querría algo así? Sin embargo hay que tener muy en cuenta que a su vez llegar a realizar la labor profesional y trabajar desde casa también incluye algunos aspectos no tan positivos que hay que aprender a manejar. Perder la concentración y por lo tanto bajar nuestra productividad es uno de los puntos que más debemos cuidar para seguir siendo absolutamente profesionales. Para amortizar y aprovechar nuestro tiempo de igual forma o incluso mejor que cuando se trabaja en una oficina.
En casa hay muchos factores que hacen que no lleguemos al estado de concentración y eficacia adecuados. Demasiados paseos a la nevera o al baño, familiares, incluso las redes sociales, el móvil o Netflix. No para todo el mundo resulta tarea sencilla lograr abstraerse de todo esto y conseguir centrarse en lo realmente importante.
Pero todo en esta vida se puede aprender. En este post os voy a dejar unos sencillos tips y a la vez muy útiles que os permitirán ir adaptando vuestra rutina de trabajo en casa para que cada vez vuestra productividad vaya creciendo más y más. Son cosas sencillas que si se siguen paso a paso te darás cuenta que en pocos días tu forma de trabajar desde tu casa cobrará otra dinámica.

Consejos para trabajar desde casa y no perder la concentración

1. Vístete para trabajar. A simple vista puede parecer una tontería, al fin y al cabo estas trabajando en casa y nadie te va a ver. Pero resulta un tip muy práctico que te ayudará a concentrarte y a saber que estas en tu horario de trabajo. No te estoy diciendo que te pongas traje, corbata, te maquilles o te pongas unos zapatos bonitos, sino que te vistas de forma casual como sueles hacer cuando sales a dar un paseo por el barrio o hacer recados. Algo que te permita dejar de lado el famoso pijama o la ropa deportiva. Levántate, desayuna, date una ducha y vístete para la acción, así poco a poco irás activando tu mente.
2. Fíjate un horario de trabajo. Esta parte es fundamental. Trabajar en casa te aporta una gran flexibilidad en los horarios, pero esto no significa que debas ser indisciplinado. Márcate un horario más o menos fijo que te permita calcular el número de horas al día que invertirás y así aumentará sin duda tu productividad. Incluso resulta muy interesante utilizar las primeras horas de la mañana para realizar tareas más dinámicas que impliquen mayor inspiración o creatividad ya que la mente está más fresca. Y labores más sistemáticas o que requieran menos concentración para las últimas horas de trabajo.
3. Organiza tu espacio de trabajo. Diseñar y fijar un espacio dentro de tu casa para desarrollar tu actividad profesional es vital para sentir que puedes separar tu vida personal de la laboral. Trabajar desde la cama, el sofá o una butaca no se perfilan como opciones para poder ejecutar y llevar a cabo tus objetivos. Dedica tempo a buscar un área que esté bien iluminada, que tenga ventilación. Una zona que deberás mantener limpia y ordenada. Además de despejada de objetos que puedan distraer tu atención. Invierte en una buena mesa y una silla cómoda. Al final es invertir en ti mismo haciendo que tu zona de trabajo sea agradable y te den ganas de pasar tiempo allí.
4. Elimina las distracciones tecnológicas. Esto en muchas ocasiones también sucede en las oficinas, pero en casa se eleva muchísimo la tentación de estar más pendiente del móvil, de los WhatsApp, las redes sociales o incluso la misma televisión. Debes bloquear lo que no aporte nada a tu trabajo. Mantener las notificaciones de tu móvil en silencio y poco a poco irte acostumbrando a dejarlo en segundo plano.
5. Incorpora descansos entre tareas. Este punto es muy importante para lograr despejar la mente cada cierto tiempo. Resetear es vital, de modo que fíjate descansos para que tu cerebro se relaje y aprovéchalos para mirar el móvil, caminar o ir al baño.
6. La lista como gran aliada. Pararse a pensar y decidir cuales serán las tareas y objetivos de la semana ayuda mucho a no perder la concentración y a sentirse realizado una vez cumplidos. Debes organizar tu trabajo en función de las prioridades que se te exigen y ponerte objetivos realistas que puedas ir cumpliendo para así no frustrarte y conseguir el efecto contrario.
7. Abstráete de la familia. Trabajar en casa puede implicar que parte de tu familia esté alrededor. Ten una conversación con ellos para explicarles que trabajar desde casa implica estar concentrado en tus horas y en tus tareas y que eso no significa que los desprecies.
8. Cambia de espacio de trabajo. Una o dos veces al mes puedes tomarte la libertad de acudir a una biblioteca, una cafetería apetecible o un espacio de trabajo que te sugiera inspiración. Puedes probar espacios exteriores, esto te ayudará en tu motivación y a salir un poco de la rutina.
9. Tu amigo el email. Mucha veces dejar tu cuenta de email abierta todo el tiempo hace que puedas perder esa concentración viendo emails que llegan y te despistan con otras tareas. Por ello lo mejor es mantenerlo cerrado y mirarlo cada cierto tiempo por si algo importante ha llegado.
10. Vida equilibrada. Y por supuesto no podía faltar el tip de comida saludable, ejercicio moderado y buena rutina de sueño. Estos factores harán que tu vida en general sea mucho más equilibrada y puedas concentrarte mejor incluso trabajando desde casa.

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