Herramientas de marketing para el negocio
13 de febrero 2025
17 de noviembre | Por Juan Merodio
De navegador para humanos a navegador para agentes
Dos ejemplos claros son ChatGPT Atlas de OpenAI y Comet de Perplexity. Técnicamente no son “navegadores” como Chrome o Safari, pero sí marcan el camino de los navegadores del futuro.
En vez de centrarse en pestañas y enlaces, fusionan investigación + decisión + acción en un único flujo.
Atlas integra ChatGPT dentro del navegador. No le dices “hoteles Madrid centro”.
Le dices algo como:
“Encuentra un hotel en Madrid para 3 noches, presupuesto máximo 150€ por noche, con buena valoración y que tenga gimnasio. Haz la reserva con mi tarjeta habitual”.
Y el agente:
Tú no ves 12 pestañas, ves un resultado:
“Te he reservado este hotel. Aquí la confirmación y el resumen de condiciones”.
Menos caos de pestañas, más cosas terminadas.
¿Y Comet?
Comet, por su lado, convierte cada página en un espacio interactivo.
Estás leyendo una noticia, una ficha de producto o un post de blog y puedes:
Comet convierte la curiosidad en acción. No te saca de la página: te ayuda a hacer cosas desde ella.
¿Y Microsoft?
Para rematar, Microsoft ha metido una experiencia muy similar en Edge, donde el patrón por defecto ya no es “búscalo tú”, sino “dile a la IA lo que quieres conseguir”.
Señal clara:
La navegación agéntica se vuelve algo intencional, no anecdótico.
Estamos pasando de una web de navegar y transaccionar, a una web de descubrir, decidir y ejecutar.
Durante años, el proceso estándar fue siempre el mismo:
Era una mezcla de investigación, paciencia y bricolaje digital.
Todos hemos tenido el Excel de “planificación de viaje” que da miedo abrir.
En el modelo agéntico, el navegador se convierte en copiloto y controlador aéreo:
Menos clics. Menos fricción. Menos tiempo.
Más decisiones, más rapidez, más resultados.
En esta nueva web:
En resumen: la web empieza a trabajar para ti, no al revés.
Te cuento un caso práctico.
Antes de un viaje a Nueva York, en lugar de abrir Google, TikTok, TripAdvisor, mapas, blogs y el clásico Excel, probé algo diferente: usar un navegador agéntico tipo Atlas.
Le pedí algo como:
“Ayúdame a organizar comidas y cenas en Nueva York para 4 días.
Prioriza restaurantes de moda, con buenas reseñas, variedad de cocina y presupuesto medio-alto.
Somos 4 personas. Propón horarios, haz reservas donde puedas, y donde no se pueda, apúntame en lista de espera o notificaciones.”
Lo que hizo el agente:
¿Resultado?
Tareas resueltas de principio a fin, sin tener 20 pestañas abiertas ni perder una tarde entera planificando.
¿Lo más interesante de esto?
El patrón de conducta: pasas de intención → acción → resultado en un solo flujo.
Y eso es exactamente lo que tus clientes empezarán a esperar de tu negocio.
Entonces… ¿qué cambia de verdad?
Vamos al grano. En la práctica, esto transforma 3 cosas clave:
Dejamos de estar en modo “encontrar páginas” para entrar en modo “producir resultados”.
La unidad de valor ya no es:
La unidad de valor pasa a ser la tarea completada:
Para las empresas, esto significa:
Si tu servicio no es “accionable” por un agente, pierdes oportunidades sin siquiera enterarte.
Hasta ahora, Google ordenaba en base a señales como enlaces, autoridad, comportamiento de usuarios…
Los agentes de IA, además de eso, priorizarán:
Dicho en simple:
Los agentes serán alérgicos al clickbait, al contenido superficial y a webs opacas.
Las marcas que ganan serán las que demuestran:
La confianza medible se convierte en el nuevo PageRank.
Tu web ya no solo tiene que ser bonita y usable para humanos.
Tiene que ser clara y estructurada para máquinas que leen, razonan y actúan.
Si tu información:
…el riesgo es simple: los agentes te saltan.
Y cuando te saltan los agentes, te salta también el usuario, porque ni siquiera llega a considerar tu marca en su shortlist.
El SEO clásico se diseñó para:
El siguiente juego es el AEO: Optimización de Experiencia para IA.
No es un término “oficial”, pero sí una mentalidad:
Diseñar tu contenido, tus datos y tu comercio para que los agentes puedan entenderte, confiar en ti y ejecutar transacciones contigo.
No es tanto “cómo posiciono mi web en la primera página de Google”, sino:
“¿Cómo me convierto en la opción que un agente selecciona cuando tiene que resolver una tarea para su usuario?”
Algunos componentes del AEO:
Vamos con lo importante: ¿qué puedes hacer tú desde hoy?
Ejemplo práctico:
Piensa en esto como pasar de párrafos sueltos a una base de conocimiento organizada.
Los agentes no quieren solo leer tu web: quieren hacer cosas en ella.
Dales endpoints para:
Cuanto más claro y automatizable sea el flujo, más fácil que un agente te integre en la solución.
Igual que puedes crear fichas para periodistas, crea “fichas” para agentes:
La idea es facilitar que un LLM pueda “entenderte y operarte” en segundos.
Si un agente no puede llamar a tu servicio, un cliente cada vez tendrá más difícil completarlo.
No es solo un tema técnico: es estratégico.
Trata los metadatos como un activo, no como un trámite de SEO:
Esto permite que un agente diga:
“Si este producto está agotado, ofrécele este otro que cumple condiciones similares”.
Nueva regla:
Transparencia + coherencia + actualidad = probabilidad más alta de ser elegido por un agente.
Acciones concretas:
En la era agéntica, métricas clave:
El tráfico por sí solo deja de ser una métrica de éxito.
Lo importante es el progreso que generas para el usuario.
No intentes transformarlo todo de golpe. Elige un flujo concreto y rediseñalo para el modelo:
“expresa intención → decide → ejecuta → resultado”
Por ejemplo:
Diseña el flujo como si un agente tuviera que hacerlo por el usuario, de principio a fin.
Amazon lleva años operando con mentalidad “machine-first”:
En un mundo agéntico, un agente podría decir:
“Compra el mejor portátil calidad-precio para diseño gráfico, recibido en 48h y con devolución sencilla”
Y Amazon tendría todo lo necesario para ser candidato natural: datos estructurados, disponibilidad en tiempo real, políticas claras, automatización del proceso de compra.
Airbnb ya combina:
Un agente podría:
“Reserva un apartamento en Lisboa, 5 noches, con buen WiFi, mesa para trabajar, barrio tranquilo y con cancelación flexible”
La plataforma está preparada para ese tipo de búsqueda agéntica porque sus datos ya están modelados.
Uber, Cabify y similares son casi “agentes” en sí mismos:
Son un buen ejemplo de lo que viene para sectores menos digitalizados:
Servicios capaces de ser solicitados y ejecutados con una sola instrucción.
Plataformas como HubSpot, Stripe o Shopify tienen:
Esto les posiciona muy bien para un mundo donde los agentes necesitarán:
Son ecosistemas listos para que agentes operen de forma casi nativa.
No es una carrera de “quién lanza antes una funcionalidad de IA en su web”.
Es un cambio de juego en cómo se crea y se captura valor online:
Los ganadores serán las empresas que:
Estamos pasando:
Ahora la pregunta clave es:
¿Estás construyendo una web solo para humanos que hacen clic…
o también para agentes que resuelven tareas?
Es el momento de empezar a diseñar para la era agéntica y aprender cuándo y cómo dejar que los agentes naveguen y ejecuten en tu nombre.
FAQs sobre la era agéntica y la IA en la web
La solución no es bloquear todo, sino:
No es el fin del marketing. Es una evolución hacia un marketing que diseña cómo la IA y los agentes traen clientes listos para decidir, y cómo tu negocio se transforma en la opción más fácil de ejecutar.
Juan Merodio
Juan Merodio es conferenciante y divulgador de IA y Marketing Digital. Emprendedor en serie que nunca se bajó del tren de la innovación. Fundó su primera empresa en el 2004 y desde entonces no ha dejado de crear, transformar y liderar proyectos que han impactado sectores tan diversos como la tecnología, la educación, el real estate o la inteligencia artificial. De startups digitales a compañías multimillonarias, pasando por TEKDI, su instituto online que ya ha formado a miles de personas en IA y marketing digital, Juan combina visión estratégica, pasión por enseñar y una obsesión sana por ayudar a otros a crecer. Con presencia en mercados como España, Estados Unidos, Japón o Latinoamérica, más de 1.000 conferencias impartidas y 16 libros publicados, es un divulgador nato. Pero si algo lo define no es su currículum, sino su capacidad para ver lo que viene… y construirlo antes que nadie.
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